Una de las características más importantes del láser de diodo es su potencia, ya que, gracias a ella, el haz llegará a mayor o menor profundidad de la dermis para destruir el folículo. En este caso, la potencia no debe confundirse con la longitud de onda, es decir, la longitud que alcanza.
La potencia de un láser de diodo se expresa en watts, y puede referirse a la de pico (o de salida) o la de consumo (la que necesita una máquina enchufada a la corriente para funcionar de forma correcta). En este caso, debe tener una potencia de pico de 800 W como mínimo, por lo que necesitarás menos sesiones, ya que el aprovechamiento de cada disparo será mayor.
Por otro lado, la longitud de onda de un láser de diodo es de entre 800 y 810 nm, mucho más profunda que otros métodos, siendo así más eficaz que otros sistemas para la eliminación permanente del vello.
Según tu tipo de piel, el láser de diodo deberá actuar en su máxima potencia o no, ya que, a mayor profundidad del folículo, más energía se necesitará. Es por esta razón que los fototipos oscuros o aquellos pelos más negros y gruesos requerirán de una potencia mayor.
Además, para que tu dermis pueda aguantar según qué potencias, las cabezas del láser deben llevar algún sistema de refrigeración con tal de no dañar la piel y poder aplicar la potencia deseada. Los materiales más comunes son los metales, el zafiro, el gel criogénico o el hielo. Por ejemplo, el láser de diodo Vectus de Grupostop usa el sistema Advanced Contact Cooling, que mantiene la piel a 5 ºC durante el tratamiento.
Es importante acudir a un centro especializado y elegir tecnologías que eviten posibles efectos adversos de la depilación con láser de diodo. Por ejemplo, debes tener en cuenta que la máquina tenga un buen sistema de enfriamiento para evitar quemaduras y problemas en la epidermis. Además, hay sistemas como el Skintel, usado en Grupostop, que son capaces de medir de forma efectiva el nivel de pigmentación de cada persona. Por esta razón, será mucho más fácil calcular la potencia adecuada para cada tipo de piel y eliminar cualquier riesgo que pueda derivarse de un uso incorrecto del láser de diodo.
Las contraindicaciones respecto a otros métodos también se reducen, ya que este sistema permite su uso sobre pieles bronceadas. Gracias a ello, se puede realizar el tratamiento en verano mientras no haya estado expuesta al sol durante las 48 horas anteriores y posteriores al tratamiento. Puedes conocer más sobre este punto en nuestro artículo sobre la depilación láser y el sol.
Tener heridas abiertas en la zona que se va a tratar tampoco se recomienda, ya que podría afectar la epidermis en la zona, creando posibles cicatrices indeseadas o dañar la piel. Además, se sugiere no usar diodo en zonas donde se haya padecido un herpes o se haya aplicado otro tipo de tratamiento láser en los últimos tres meses.
Otra de las contraindicaciones son las enfermedades ligadas con la fotosensibilidad. Por ejemplo, no se recomienda en pacientes que padezcan lupus, ni a aquellos que estén tomando medicación que puede inducir a la fotosensibilidad como la isotretinoína.
Tampoco se aconseja el uso de láser en mujeres embarazadas. Las posibles reacciones cutáneas que podría experimentar la madre o los cambios hormonales que sufre durante el embarazo podrían alterar la función de los folículos pilosos, causando un crecimiento de vello donde antes no había.
Asimismo, como has podido leer en los anteriores párrafos, el diodo es uno de los aliados más seguros y eficaces para la depilación definitiva y goza de grandes ventajas cuando está en manos de expertos como Grupostop, que desde su creación en 2005 se ha consolidado como uno de los mayores expertos en depilación láser del sector.
Post time: Feb-18-2022